En los últimos meses he ido reflexionando acerca de la clase de maestra que quería ser. Muchas de las ideas que tuve hace tiempo, las sigo manteniendo, pero, otras han ido evolucionando. Cuando empecé los estudios de magisterio, creía que sería sencillo llegar a un aula y atender a todos los alumnos de forma individualizada. Me doy cuenta que de alguna manera se puede hacer, pero cuesta mucho más trabajo de lo que yo pensaba.
Imagen propia. Las competencias
Creía que un maestro tenía todas las opciones para impartir una clase, y ahora soy consciente de que no es así, que no depende del maestro, si no que hay mucha más gente alrededor que toman decisiones en común, y éstas pueden ser compartidas o no, pero se ha de actuar por el bien común. Claro que tendremos en un futuro parte de decisión, a la hora de impartir una clase, seremos libres de cómo lo hagamos, pero siempre, siguiendo unas pautas preestablecidas.
Me gustaría ser una maestra que escuche a los alumnos, y que les ayude cuando sea necesario. me gustaría poder cambiar cosas, de manera que se pueda mejorar la educación. Quiero ir más allá de lo que se conoce, e innovar, conseguir que los alumnos disfruten aprendiendo.
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Y sobretodo, quiero que este deseo no sea un simple sueño, y que se pueda conseguir un futuro mejor, donde los alumnos no aprendan para conseguir superar un examen, o para obtener una nota,sino que lo hagan para ellos mismos, para poder crecer como personas, para tener un futuro.
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Deseo que esto no sea un sueño, y se convierta en algo normal en nuestras vidas.
Los próximos años serán cruciales en nuestra carrera. Si en cuatro meses hemos tenido una evolución semejante, en cuatro años, será algo increíble. y tengo muchas ganas de ver en qué clase de profesionales nos convertimos.
Al comenzar con la asignatura de Bases Didácticas se nos pidió que cada semana hiciéramos una entrada al blog, que ya está apunto de terminar, y que pusiéramos dos tweets, creación propia, o retwittear algo interesante compartiendo información que al resto de compañeros les pudiera ser de utilidad.
Soy de una generación donde la gente nacía con un pan bajo el brazo, hoy en día nacen con un iphone, y reconozco que me cuesta más que al resto adaptarme a las redes sociales, ordenadores, etc. Para explicarme mejor diré que mi primer ordenador lo tuve en el año 2006. Hace relativamente poco que tengo contacto con las redes sociales. En el tiempo que ha durado esta asignatura, he sacado muchas cosas positivas de éstas .
Sobre twitter puedo decir que es muy útil a la hora de compartir una noticia, nota de prensa, información interesante, vídeos, y un gran etcétera. Algunos compañeros han compartido información que me ha sido de gran utilidad, no solo para la universidad, sino también para mi día a día.
En mi opinión le falta algo más de libertad para poder expresarse, ya que no puedes exceder de 140 caracteres, pero aún así lo considero una red social muy práctica.
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El uso de Instagram
Por otro lado se nos pedía añadir una imagen a Instagram , donde queda compartida con la gente que uno ha elegido. En mi caso tenía a varios compañeros de clase, y también amigos, que tengo que decir que se sorprendieron cuando me hice la cuenta.
Le veo utilidad para relacionarte con tus amigos, pero también a la hora de evitar perder las fotos del teléfono, ya que si las subes a Instagram, y le pasa cualquier cosa a tu teléfono, quedan allí almacenadas.
Me gusta el poder escribir tranquilamente sin miedo a quedarme sin espacio. No hace mucho que conozco Instagram, pero espero poder profundizar más, y ver que otras opciones me permite realizar.
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¿Qué forma parte de nuestra vida actualmente?
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Podemos observar en la imagen de mi PLE todo lo que forma parte tanto de mi vida, como la de las demás personas. La tecnología no está reñida con la vida "real", sino que es una simbiosis. Ocupan un mismo momento en armonía. En este momento tenemos familia, amigos, libros, televisores, pero también ordenadores, redes sociales, y buscadores de Internet.. y todo ello forma parte de nuestro día a día. Sí es cierto que sigo prefiriendo el contacto humano, que actualmente es difícil ir a tomar un café con alguien sin que esa persona mire su teléfono media docena de veces, pero creo que es por el boom del momento, y que como toda novedad pasará, y será en ese momento cuando disfrutaremos plenamente de todas las posibilidades de los avances tecnológicos.
Yo me estoy adaptando lo más rápido posible, ya que soy consciente de que en poco tiempo, si todo va bien, trabajaré en un colegio, donde los niños usan la tecnología casi desde que nacen, y trabajarán en clase con todo lo que hemos visto este curso , más lo que está por inventarse. Por ello es muy necesario que todos introduzcamos en nuestras vidas estos avances, para no quedar obsoletos.
Para esta entrada la actividad ha consistido en hacer
varias lecturas referentes a la evaluación, una de Zabala, concluyendo de esta
manera sus ideas más importantes sobre los cambios que ha de realizar el
sistema escolar, y por otro lado un artículo de Neus Sanmartí, que también nos
ofrece sus ideas de los cambios que han de llevarse a cabo en un aula, haciendo
especial hincapié en la evaluación. Ambos consideran la necesidad de un cambio
urgente a la hora de evaluar, ya que en este momento se han ido incluyendo poco
a poco la idea de competencias en el aula, pero se sigue evaluando de una
manera tradicional, con notas de 0 al 10, donde únicamente se evalúa el
conocimiento conceptual del alumno, y donde los exámenes se realizan por
escrito, obligando de esta manera a los alumnos a memorizar los contenidos, y
fomentando con ello una memoria a corto plazo.
Santamarí recalca la importancia de la autoevaluación,
para que el alumno sea capaz de ver cuáles han sido sus errores, y así poder
corregirlos, o ver qué le cuesta más, para así reforzarlo.
También comparte esta opinión José Luis Castillo , ya que
propone varias formas de evaluación.
Una evaluación continua donde el alumno ha de demostrar
las competencias adquiridas, en la que el propio alumno formulará las preguntas
de sus exámenes.
-Autoevaluaciones:
Para ello se necesitará hacer un seguimiento continuo de la evolución del
alumnado, un portafolios sería una buena forma de hacerlo
-Co-evaluación:
Los propios compañeros se ayudarán unos a otros. Se analizarán unos a otros
para ver cómo han llegado a la solución del problema.
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Como podemos ver, cada vez
más profesionales de la educación exponen sus argumentos para hacerse oír, y reflejar
la importancia de un cambio en la sociedad, donde la reforma educativa está a
medias.
No se puede pretender que en
las aulas se le dé una mayor importancia al aprendizaje por competencias, sin
evaluar exactamente ese aprendizaje, ya que todo lo aprendido caerá en saco
roto. Si les pedimos a los alumnos que aprendan
a dar utilidad, significado a unos determinados conceptos pidiéndoles
que les sean funcionales, y que demuestren actitudes en ello, así como trabajo
cooperativo, y también trabajo autónomo, etc.…y luego ponemos un examen al
final del semestre donde únicamente evaluaremos la parte conceptual, y sin siquiera
ver si saben para qué sirve, sino simplemente si conocen la teoría, estaremos
tirando piedras en nuestro propio tejado.
Hay muchas formas de
evaluar. Pero es importante que la forma de evaluar actual, donde a los niños
de 6 a 12 años se les puntúa, desaparezca, ya que lo que esto consigue es
desmotivar, hace que el alumno deje de fijarse en lo que está aprendiendo para
darle una mayor importancia a ciertos puntos teóricos de cara al examen. Sin ir más lejos, a continuación facilito una nota de un trabajo de inglés. Tengo 31 años y esta nota me ha desmotivado, ya que me tomé mi tiempo para hacer esta actividad. No quiero ni pensar en cómo le puede influir a un niño de ocho años una nota así, que fácilmente se relaciona con acepciones negativas, como suspenso, insuficiente...
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El sistema de evaluación tradicional ha marcado toda mi educación escolar. Recuerdo que muchos temas que me parecían muy interesantes en
el colegio me lo dejaron de parecer una vez que me pasaba varios días encerrada
en casa para memorizar la información del libro.
Recuerdo lo extrañada que me
sentí la primera vez que un profesor me dijo que si le poníamos en el examen
palabras textuales del libro nos suspendía, ya que él quería ver si lo habíamos
entendido, no si sabíamos memorizar bien o mal, lo curioso es que esto no
ocurrió hasta mitades de educación secundaria. En ese momento empecé a notar un
cambio, esa forma de evaluar no era perfecta, ni mucho menos, pero comenzaba a evolucionar
esa idea de evaluación.
Desde ese momento hasta la
actualidad han pasado varios años, y cada vez se le da más importancia a lo que
los niños aprenden y luego usan en su vida real. Depende de las nuevas generaciones de maestros
que haya un cambio sustancial en el sistema educativo, y aunque es una gran
responsabilidad, me entusiasma la idea de poder llevar a cabo dicho cambio.
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Cuando comencé esta
asignatura, no me planteaba temas como la autoevaluación, creía que la
evaluación continua era hacer exámenes cada mes, y consideraba que el libro
estaba anticuado, pero que era un apoyo en el aula. Mi perspectiva ha cambiado,
ha evolucionado, y seguro que lo seguirá haciendo los próximos años de mi vida,
ya que mi experiencia con la educación
acaba de comenzar, y por desgracia tengo muy arraigadas las antiguas “costumbres”
educativas.
Pero lo importante es ser
consciente de lo que uno quiere conseguir, y con un buen trabajo colaborativo,
la nueva generación conseguirá que el actual sistema cambie en beneficio de los
futuros alumnos.
¿Es posible trabajar en un área determinada componentes de ámbito
metadisciplinar?
La respuesta es sí, pero tiene que haber una gran
comunicación con los otros maestros, para que entre todos, esos componentes metadisciplinares se enseñen en el aula.
Otros consideran necesario
añadir una materia donde se trabajen expresamente estos componentes de competencias,
pero si se modifica el currículo de una clase, poniéndose de acuerdo todos los
maestros, se pueden enseñar esos componentes perfectamente.
Cuando comencé a estudiar
esta carrera me llamó mucho la atención la cantidad de trabajos grupales que nos pedían. Con
sinceridad, no entendía esa necesidad continua que tenían todos los profesores
de mandarnos trabajos en equipo, hasta que he leído el tema 10. Me he dado
cuenta que es de suma importancia en el desarrollo de nuestros alumnos que haya
una perfecta coordinación de todos y cada uno de los componentes del equipo docente.
Como podemos ver en este tema, hay contenidos metadisciplinares, como son; la
responsabilidad, capacidad crítica, autonomía, cooperación y libertad que de
por sí no se imparten como un área concreta en la escuela, por eso es importante
una buena organización del currículo con el resto de maestros, para que
estos y otros contenidos se trabajen en
cada una de las áreas, ya que éstas forman parte de las competencias que el alumno ha de
trabajar.
Para la enseñanza-aprendizaje de las competencias es
necesaria una buena organización del tiempo y del aula. Para comenzar, en
ocasiones es necesario ampliar el tiempo establecido previamente. Generalmente
las materias están divididas por horas, por lo que los alumnos tienen 5 materias
cada día de una hora de duración. Pero en ocasiones una hora no es suficiente
ya que no es aconsejable dividir la enseñanza de ciertas competencias en dos
sesiones, porque al interrumpirse es muy probable que no llegue a comprenderse
correctamente o no conseguir el fin deseado. El maestro es el que
tiene que ver si hace algunos cambios reorganizando el horario.
Por otro lado, la distribución física de la clase también es
muy importante, ya que en cada situación se trabajará de una forma distinta a la
anterior, y hay que adaptar la distribución
a cada momento, para facilitar la comunicación entre los alumnos. Como bien dice Jurjo Torres, se está intentando reestructurar el espacio, crear espacios que estimulen la creación del conocimiento
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Cabe mencionar la importancia de una enseñanza
globalizadora, de manera que en la clase de lengua no se trabaje únicamente la
lengua, ni en clase de matemáticas únicamente matemáticas, ya que si es
globalizador el aprendizaje para el alumno será más rico y variado, y será más
real, porque en la vida real no usamos únicamente la lengua, sino que en una misma
situación podemos trabajar diversas áreas y contenidos a la vez. Para esto
puede haber varias soluciones. Si en un aula hay un mismo maestro que imparte
clase de todas las materias, éste se organizará de manera que pueda trabajar
diversas áreas en una clase. Si por el contrario cada materia tiene un maestro diferente,
lo importante será una buena organización del currículo así como comunicación
entre maestros. De esta manera, en clase de conocimiento del medio, si hacen
una exposición oral a la vez que presentan un trabajo escrito, se valorará
tanto los conocimientos adquiridos referentes a conocimiento del medio como aquellos adquiridos relacionados con la
expresión oral y escrita.
Para todo lo mencionado anteriormente es necesario facilitar
al profesorado gran número de materiales variados, ya que hay que respetar la
diversidad de alumnos en un mismo aula, y que también harán falta recursos
variados para poder trabajar por competencias, y desde un enfoque globalizador.
Trabajar de esta manera me parece muy buena opción. Pero
como ya he expuesto al principio de este artículo, es necesaria una buena
comunicación con los otros maestros. Y no me había planteado hasta este
momento, que esa comunicación puede ser un arma de doble filo, ya que si los
otros maestros están de acuerdo con esta forma de impartir clase, todo irá
sobre ruedas, pero si por el contrario existe algún maestro que no esté de acuerdo
con estas metodologías, se rompe la cadena, y se hará más difícil mantener ese
enfoque globalizador.
Cabe esperar que en pleno S.XXI todos los maestros que
imparten clase actualmente tienen una
mente más abierta, y ven la necesidad de un cambio urgente en la metodología.
Es necesario que los niños aprendan para
la vida real, que el aprendizaje por
competencias cobre más fuerza si cabe, y que esto consiga formar grandes
equipos docentes, que los maestros dejen
de trabajar de forma individual, y lo hagan de forma colaborativa.
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En los temas anteriores, pensaba en la forma de impartir
clase de forma individual. Pensaba en cómo haría personalmente para enseñar
unos conocimientos a mis futuros alumnos, trabajando por competencias, y
sinceramente, prácticamente no me planteé el que pudiese hacerlo con otros
compañeros. Por lo que tras leer estos capítulos del libro de Zabala reconozco
que tengo una visión más amplia, y ahora creo firmemente que ser maestra no es
un trabajo individual, sino un trabajo en equipo, donde cada uno tiene una
función, y todos dependemos de todos y colaboramos con todos para conseguir un
objetivo común.
Zabala (2007).La competencia ha de identificar aquello
que necesita cualquier persona para dar respuesta a los problemas a los que se
enfrentará a lo largo de su vida. Por tanto, competencia consistirá en la
intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida mediante acciones a
las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes
actitudinales, procedimentales y conceptuales.
El autor nos dice
aquí que por muchos conocimientos que tengamos, si no sabemos, ni queremos
darles utilidad, no servirán de nada.
Tenemos que saber utilizar esos conocimientos en un
momento concreto, con un fin determinado, actuando de la mejor manera posible.
Con ello conseguiremos ser competentes en esa acción determinada.
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En el siguiente capítulo el autor nos habla sobre cómo el
conocimiento está pasando a un segundo lugar. Zabala nos habla sobre el cambio
en las escuelas, y la incipiente moda de la enseñanza con la teoría de “el saber hacer”. Priorización
de los contenidos procedimentales
olvidando y dando menos importancia a los contenidos conceptuales.
Dice que es muy importante que para hacer algo haya
previamente un modelo a seguir, y poder así pasar a la realización de un
ejercicio, de lo más sencillo a lo más complejo.
Nadie duda de la
necesidad de un cambio en la forma de enseñar, ya que hasta hace bien poco, lo
que veíamos en los colegios era una enseñanza transmisiva, utilizando libros, y
con la única intención de que el alumno memorizara, explicara sus
conocimientos en un examen, y que posteriormente
olvidara esos conocimientos, con un fin propedéutico, conseguir que un alumno
pase a la fase siguiente.
Bien, actualmente se ha pasado a un extremo opuesto. Al
darse cuenta de que esta forma de enseñanza está obsoleta, se ha prestado tanta
atención de enseñar con la práctica, que
se han olvidado de la teoría, cuando realmente una cosa va unida a la otra. Han
olvidando por completo cuál es la razón
de la enseñanza. El objetivo final es que los alumnos obtengan una serie de conocimientos
y valores a los que posteriormente puedan dar uso, y
hacerles crecer y madurar convirtiéndose así en parte fundamental de la
sociedad. Pero para saber utilizar unos conocimientos, es necesario conocer dichos conocimientos.
Primero hay que formar los pilares, para que después el
tejado se sostenga. No puedes tocar la guitarra si no sabes leer una partitura
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En el siguiente capítulo Zabala trata los tipos de
competencias con los que se tendría que trabajar en la escuela, teniendo en
cuenta el propósito que se busca conseguir, que en este caso es la mejora de la
sociedad y de ellos mismos. Para ellos se buscará desarrollar cuatro dimensiones
competenciales distintas:
-La social: La persona debe ser competente para
participar activamente en la transformación de la sociedad, para que este
llegue a ser más justa, solidaria y democrática
-La interpersonal: Relacionarse, comunicarse y vivir
positivamente con los demás.
-La personal: ejercer su autonomía, cooperación y
creatividad
-La profesional: Competente para ejercer una tarea
profesional.
También se habla de los contenidos básicos
imprescindibles, y los básicos deseables.
Los contenidos básicos imprescindibles serán aquellos que
son necesarios ver en el colegio, ya que más adelante se tendrá que haber
visto.
Los deseables son aquellos que gustaría trabajar en la escuela, pero no es tan necesario, ya que
el alumno lo puede ver cuando sea más adulto.
En otra entrada ya mencioné cómo muchos contenidos que
trabajé en el colegio cuando era niña no me habían servido de nada. Es por ese
motivo que me parece muy interesante lo que propone Zabala, que es analizar
cuáles son más necesarios, y los que no lo sean, eliminarlos del plan de
estudios.
Hay dos teorías al respecto, la primera es que las
competencias no se pueden enseñar, pero sí desarrollar, y la segunda dice que
sí es posible enseñarlas
Dado que es muy difícil
plasmar con exactitud las situaciones reales en las que se va a
encontrar el alumno en el futuro, es difícil enseñar unas competencias exactas,
pero sí sus esquemas de actuación, para que el alumno decida qué es más
aconsejable usar en un momento determinado.
Lo que nos dice en este tema es que no puedes enseñar
unas competencias sin un orden establecido y sin tener en cuenta factores de
suma importancia.
Hay que partir de lo que el alumno conoce, e ir ampliando
progresivamente los conocimientos y competencias. Hay que formar un esquema,
que el alumno debe de interiorizar, para que en el futuro, a la hora de encontrarse
ante una situación compleja, pueda seleccionar cuál será la mejor manera de
proceder ante dicha situación.
Pongamos un ejemplo.
Ese alumno, con 18 años se saca el carné de conducir. Va al
concesionario y le interesan dos coches, uno consume 6.2 l de gasolina a los
100, y el otro 7,9 l. Vive en San Antonio, pero va cada día va la UIB a
estudiar. Bueno, pues al saber aplicar los conocimientos que estudió en el
colegio, ese alumno verá que aunque parece que la diferencia no es muy grande,
si coge la segunda opción, ahorrará 4,09 E a la semana, por lo que cada año
habrá ahorrado 196,8 E
Por esta razón hay que saber enseñar a los alumnos de
forma competencial, son ellos los que en un futuro tomarán las decisiones, pero
nuestro trabajo es enseñarles a ver el máximo de posibilidades, para que puedan
tomar las mejores decisiones. No podemos asegurar que ese alumno no escoja el
segundo coche porque le parezca más bonito, pero por lo menos sabrá el precio
que pagará por ese lujo.
Esta semana hemos trabajado
un texto de Arànega, S. i Domènech (2001).El texto nos habla acerca del
currículo, y de cómo está organizado, así como las características de este.
La característica que más se
repite a lo largo del artículo es la de un currículo flexible.
Comenta la importancia de que un currículo sea flexible,
ya que ha de pasar por tres niveles de concreción.
-El primer nivel vendrá determinado por la Administración. En este nivel se crea un
documento más generalizado donde se divide lo que el niño ha de aprender en áreas, que a la vez están divididas en
contenidos, que son lo que necesitará para dar significado a lo que está
aprendiendo. Podemos encontrar tres tipos de contenidos; conceptuales, procedimentales
y actitudinales, y además, en el primer nivel dan ciertas pautas de como
evaluarlos.
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Procedimentales:
Lo que el niño ha de saber hacer
para lograr unos conocimientos.
Conceptuales: Lo
que se tiene que saber, se
refiere a los conocimientos que ha de adquirir.
Actitudinales:
La actitud que el niño muestra
sobre el aprendizaje.
-En el segundo nivel de concreción se sitúan los
diferentes proyectos curriculares de centro. El claustro ha de analizar las
peculiaridades psicológicas del centro
así como las culturales y de esta manera organizar los contenidos de
forma más adecuada.
Para llegar a este punto el currículo tiene que ser
flexible para así poder modificarlo y adaptarlo no solo a ciertas comunidades
autónomas, o también a ciertos municipios, sino que es más específico y se
adapta a cada centro, ya que de un centro a otro puede variar muchísimo el
alumnado.
-Tercer nivel. En este nivel el currículo sufrirá unos
cambios para adecuarlo a un aula concreta. De esta manera, dependerá del
maestro realizar las pertinentes modificaciones necesarias para conseguir de la
mejor forma posible que sus alumnos aprendan y
respetar el derecho a la igualdad.
Es un tema muy amplio a desarrollar, ya que en todas las
decisiones que un maestro toma en el aula, por ejemplo, cómo impartirá una
clase, o cómo evaluará un ejercicio, se esconde una parte de currículo oculto,
que sin querer puede enseñar unos valores a los niños, que en ocasiones pueden
ser positivos, pero también negativos, y pueden repercutir en el alumno.
Una de las grandes dudas que tiene actualmente la
sociedad, es el qué se debe enseñar exactamente a los niños. La escuela está
para acompañar a un niño en su crecimiento personal, que llegue no solo a convertirse
en un ser humano, y poder formar parte de la sociedad, sino que también se
pretende prepararle para la vida laboral.
Y aquí es donde encontramos el problema. Hay ciertas
áreas que son necesarias de aprender, la lectura, escritura y el cálculo, pero cómo
decidir qué es relevante y qué no lo es. Recuerdo que en en el colegio no parábamos de decir entre nosotros que no sabíamos para qué teníamos que aprender algunos contenidos, por ejemplo los ríos de España. Y aunque muchos de esos contenidos finalmente han sido de utilidad, otros muchos no lo han sido, pero siempre me planteo si tal vez sí que han sido de utilidad para otro compañero.
Es muy difícil conseguir que todos los niños aprendan
todos los conocimientos que se les enseña en el colegio. Cada alumno es un
mundo, y tiene sus preferencias, y su forma de aprender, y por muy bien que se
prepare un currículo, este jamás estará creado para impartir clase a 25 alumnos de forma individual. Quiero
decir que se puede adaptar a la clase que te toca de la mejor forma posible, pero siempre habrá un niño
que necesite visualizar el contenido, otro necesitará tocarlo, otro experimentar,
y es difícil llegar a todos y cada uno de los alumnos, sobretodo teniendo en cuenta la falta de apoyo extra en el aula, así como la falta de material. Considero que si hubiera más presupuesto en una escuela, podría adaptarse el currículo a las necesidades de prácticamente la totalidad de la escuela, pero vivimos en tiempos difíciles, y se acaba generalizando la metodología. Por poner un ejemplo, hace unos años comencé la carrera a distancia. Lo más sencillo para la universidad era poner exámenes tipo test para todos los alumnos. A mí , personalmente, no me van bien este tipo de exámenes, y me vi obligada a dejar esa universidad ya que se negaban por completo a intentar cambiar la forma de evaluar. Aquí considero que tendrían que haber flexibilizado un poco parte del currículo, en este caso la evaluación, ya que yo no era la única que tenía problemas con este tipo de exámenes. Esto demuestra la importancia de adaptarse a los alumnos, que se pueda modificar el currículo teniéndoles en cuenta, y no al revés, ya que no son ellos los que tienen que adaptarse a la clase.
En los últimos años se ha ido modificando el currículo de forma que los niños comprendan e interioricen los contenidos, por ello cada año se intenta adaptar el currículo de la mejor forma posible,teniendo muy presente las competencias básicas que han de adquirir, que les permita interiorizar los conocimientos para luego ponerlos en práctica.
Zabala nos habla en este capítulo sobre las competencias.
Se centra en las competencias significativas, que son
aquellas que el alumno interioriza y después es capaz de darle uso, capaz de
aplicar los nuevos conocimientos a
diferentes contextos.
Este autor considera que muchos aprendizajes son superficiales,
el alumno memoriza una fórmula, o una definición, que luego es incapaz de usar
en la vida real.
Si nos centramos en las propuestas desarrolladas por Coll(1987, 1990,1993) comprobaremos que para que el aprendizaje significativo tenga
lugar, hay que tener en cuenta varios factores; como la predisposición del
alumno o una serie de conocimientos previos; vincular los nuevos contenidos con
aquellos que ya se poseían; cierta ayuda por parte del maestro y compañeros para
entender la nueva información; que los nuevos contenidos tengan algún valor; que puedan ser útiles, y
que la situación sea la adecuada . La metacognición, así como la motivación
intrínseca serán necesarias para conseguir un aprendizaje significativo.
También influirá en este aprendizaje los contenidos que hay que aprender. Encontraremos varios tipos de contenidos.
-Datos, fechas, nombres históricos…serán los contenidos
factuales. Estos datos han de repetirse de forma reiterada para conseguir
memorizarlos, y así relacionarlos con otros contenidos. El alumno ha de tener
una predisposición para memorizar estos datos.
-Conceptos que necesitan comprensión. Su finalidad es saber
darles uso, nunca se termina el conocimiento, siempre se puede seguir
ampliando.
-Aprendizaje de los procedimientos. Se consigue con la
ejercitación múltiple guida, por ejemplo, aprender a leer o a escribir.
- Aprendizaje de actitudes: Se aprenden a partir de modelos.
Lo que nos dice Zabala en este capítulo, es que el aprendizaje significativo
no depende solo de uno o dos factores, sino que es un cúmulo de circunstancias
que han de cumplirse en un momento concreto para que un alumno sea capaz de
aprender algo, que luego pueda serle de utilidad.
Como futuros maestros, hemos de tener en cuenta todos estos
factores para conseguir este objetivo.
Por ese motivo se ha criticado tanto la escuela tradicional,
ya que su objetivo final era que el alumno pasara una prueba, por lo que únicamente el conseguir memorizar ciertos datos ya era suficiente.
Refiriéndome al tema que estamos estudiando, comparto la gran mayoría de ideas de Zabala, excepto en un punto. Él dice que es más fácil memorizar que comprender algo, yo considero que es
todo lo contrario, si no comprendes un contenido, difícilmente conseguirás
memorizarlo.
(Vídeo de Youtube sobre El aprendizaje Significativo)
También mencionar que en ciertas ocasiones la memorización
es difícil de evitar, por ejemplo la tabla de multiplicar, aunque creo que es
imprescindible explicarles a los niños la función que tiene saber dicha tabla,
para qué les servirá.
Siempre he sido una persona que ha necesitado saber el porqué
de los conocimientos, por ese motivo ciertas materias me han costado más que
otras. Recuerdo en el instituto, la clase de física y química para mí era muy
dura, ya que al no disponer de tiempo suficiente para explicar desde el principio, tenías que
saber hacer algo que prácticamente no se había explicado, y no te decían porqué
sucedía de esa manera.
Por desgracia muchas asignaturas funcionan así, pero
considero que también está relacionado con cómo se imparten las clases.
Anteriormente hemos trabajado con
Tonucci, quien considera un gran error impartir una asignatura con la manera
transmisiva. Creo que en este tema es de suma importancia este concepto.
Pongamos un ejemplo. Si tienes que enseñar los principales ríos de España, ¿qué
será mejor, que lo repitan 10 veces, o que hagan un trabajo y tengan que poner
en una cartulina donde nacen y por dónde pasan esos ríos? Creo que la segunda opción es la más adecuada, ya que trabajarán la creatividad, y la actitud que mostrarán ante esta tarea será más positiva que de la otra forma. Se ayudarán unos a otros, y conseguirán interiorizar mejor la nueva información.
Con este dato quiero llegar a la conclusión de que hay muchas formas de
enseñar para que los niños aprendan, y puestos a elegir, es preferible que se diviertan
aprendiendo, y que sepan para qué les servirán los nuevos conocimientos, más que sentarse a escuchar al maestro, ya que esto únicamente conseguirá que estudien
unos días antes del examen, memoricen y se olviden.